Estos videojuegos, diseñados con la única finalidad comercial de obtener rentabilidad económica, son una de las claves explicativas que ayudan a mantener y potenciar unas relaciones de agresividad, desprecio y un clima de violencia extendida entre la población adolescente y juvenil; animan a una temprana adopción de los valores consumistas y masculinos dominantes; y educan en contra de las normas elementales de la educación, en contra de las convenciones sociales, de la ética y de los derechos humanos.
Podemos engañar, mentir; podemos asesinar a otros seres humanos y se nos dan premios por ello (más vidas, más energía, más tiempo, etc.); y cuantos más asesinemos más se nos condecorará. Curiosamente, o consecuentemente, cada vez son más demandados los videojuegos cuya violencia es más truculenta y gráfica. Semejando al cine "gore" donde la sangre y las vísceras saltan por los aires e inundan la pantalla, los videojuegos alientan no sólo la indiferencia ante los actos violentos más irracionales, sino que jalean y premian el asesinato más sanguinario posible disfrazándolo de "justicia vengadora" contra nazis y asesinos como dicen los propios jóvenes en los grupos de discusión justificándolo. Por supuesto una justicia paralela a la legalmente establecida, que como van aprendiendo y asumiendo progresivamente es la que realmente es "eficaz", puesto que la legal siempre fracasa y "no sirve de nada"”. http://www.edutec.es/edutec01/edutec/comunic/DIV04.html
(Javier Díez Gutiérrez , Eloína Terrón Bañuelos y Javier Rojo Fernández
Un ejemplo de estos videojuegos, es Halo, este juego es para mayores de edad por su contenido altamente violento, sin embargo, los estudiantes de 3 de primaria lo prefieren, es por tal motivo que les gustan mucho las armas, las dibujan y escriben sus partes.